Val
Waxman (Allen, quien más?) es un director acabado, hipocondríaco y
paranoico, que si bien obtuvo dos premios Oscar, está casi fuera del
trabajo cinematográfico. Como última chance inesperadamente su ex esposa
le propone dirigir una película sobre Nueva York (“La ciudad que no
duerme”) financiada por Galaxie, la productora hollywoodense de su nueva
pareja. A duras penas acepta y comienza una carrera de accidentes y
situaciones inesperadas, ya que trabajar con los caprichos de Waxman no es
tarea fácil, que desembocarán en el quiebre de la película: el director
queda ciego! Y ahí llega la suma ironía, la burla a Hollywood y sus
criterios, la critica ácida y mordaz, ya que Waxman continúa dirigiendo la
película ocultando su no videncia y quienes lo rodean quedarán dentro de
un campo de estupidez obsecuente.
El
ritmo de Allen en Hollywood Ending es bastante rápido en comparación detrabajos anteriores. Un guión con sentimientos, con hermoso jazz y
gags de humor absurdo y psicoanalista, que siempre fueron su sello, y que en
esta ocasión hacen blanco en lo absurdo de creer en las mentiras de
Hollywood. Los diálogos son imperdibles en todo momento, como para verla
dos veces. Las actuaciones son parejas, Allen los contagia en su locura.
Una
inteligente y sarcástica metáfora de dos mundos cinematográficos: elcomercial, exitista, garketinero y capitalista de Hollywood, el oeste
de los millonarios petroleros, y que es burlado continuamente; y el del
arte, con sus necesarios excentricismos, el de New York, el este de los
inmigrantes, el color gris de lo urbano. Que en realidad son diferentes
ofertas de consumo.